¿Qué es la microbiota? ¿Por qué es importante?
La microbiota se puede definir como el conjunto de microorganismos que se pueden encontrar en un lugar determinado, como puede ser el intestino, la piel, la vagina, etc. Estos microorganismos no solo son bacterias, sino que también podemos encontrar hongos, virus, etc. (2). De las diferentes localizaciones del cuerpo humano que presentan microbiota, los intestinos son una de las más grandes, puesto que miden aproximadamente 400 m2. En estos, nuestros microbios dependen de cada persona y de su ambiente (22).
La microbiota intestinal es importante porque fermenta la fibra y el almidón de nuestra dieta y los utiliza para producir varios compuestos beneficiosos para nuestra salud, como:
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Ácidos grasos de cadena corta o SCFA: los más comunes son el propionato, acetato y butirato. Sirven de alimento para las células del colon, conocidas como colonocitos. El sustento de estas células es necesario para el funcionamiento correcto de la barrera intestinal (12; 23).
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Vitaminas: por ejemplo, las vitaminas K, B5, B9 y B12. Los humanos no somos capaces de producir estas vitaminas, así que las obtenemos gracias a nuestra microbiota intestinal. La vitamina K tiene un papel en la producción de los elementos necesarios para la coagulación de la sangre (21), mientras que las vitaminas B5 y B12 son relevantes para el funcionamiento normal del cerebro (12).
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Agentes antimicrobianos: son sustancias que ayudan a eliminar o prevenir el crecimiento de organismos posiblemente nocivos que pueden entrar en nuestro cuerpo (1).
La microbiota también está involucrada en el correcto desarrollo de nuestro sistema inmune, permitiéndonos distinguir entre nuestras propias bacterias y aquellas que son foráneas. Además, actúa como barrera física contra patógenos (12).
Hay varios factores que pueden afectar nuestra microbiota, como la edad, el género, el lugar donde vives y con quién, e incluso tu estilo de vida (6). No obstante, entre ellos, la dieta parece ser uno de los más relevantes y el más fácil de modificar.
Como país que limita con el mar Mediterráneo, España ha seguido tradicionalmente la dieta mediterránea (DM). Esta dieta es rica en alimentos de origen vegetal como frutas, legumbres, cereales integrales, verduras y frutos secos. Además, destaca por el uso de grasas insaturadas saludables, principalmente aceite de oliva, e incluye un consumo frecuente de pescado, una ingesta moderada de lácteos y bebidas fermentadas, y una baja ingesta de carne y productos derivados de la carne (5).
Pese a sus beneficios, la adherencia a la dieta mediterránea en España parece haber disminuido con el tiempo, tendiendo cada vez más hacia un patrón dietético más occidental. Este cambio se caracteriza por una disminución en el consumo de cereales integrales y un aumento en el consumo de alimentos procesados, azúcar, grasas saturadas y proteína animal (15; 25; 26). Este tipo de dieta ha sido señalado por algunas organizaciones como la causa de morbididades y problemas de salud en todo el mundo (9) que pueden ser consecuencia, al menos en parte, de la pérdida del equilibrio de la microbiota conocida como “disbiosis”.
El estudio POP es un estudio prospectivo y longitudinal que se llevó a cabo en el Hospital Universitario Vall d'Hebron de Barcelona. Participaron en él voluntarios sanos, de entre 18 y 75 años procedentes de diferentes regiones de España. Se inició en diciembre de 2020 y todavía está activo hoy en día.
1. ¿Cuáles son los objetivos del estudio?
Los principales objetivos del estudio POP son:
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Obtener una visión general de los hábitos dietéticos de la población española.
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Analizar la relación entre la dieta y la microbiota intestinal, lo que significa entender cómo las elecciones alimentarias pueden modificar nuestro microbioma y cómo estos cambios pueden afectar nuestra salud.
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Estudiar cómo otros factores como las características demográficas y las antropométricas se relacionan con la composición y la diversidad de la microbiota.
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Comparar esta información con la de pacientes que padecen ciertas enfermedades con el fin de identificar qué ha ocurrido en su microbioma e intentar restaurarlo hacia un perfil considerado “saludable” (trabajo actualmente en curso).
2. Diseño del estudio
Reclutamos participantes procedentes de las 17 comunidades autónomas de España, así como de las ciudades de Ceuta y Melilla, a través de anuncios en las redes sociales (Facebook, Twitter, Instagram). Cada participante aportó tres muestras de heces y completó tres formularios digitales de frecuencia alimentaria, a lo largo de un año (al inicio, a los 6 meses y a los 12 meses), para evaluar la dieta habitual.
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Los cuestionarios recogieron información sobre dieta, estilo de vida y medidas antropométricas.
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Las muestras de heces fueron procesadas para obtener datos del microbioma.
Hasta la fecha, hemos reclutado 1.017 voluntarios de diversas regiones de España, formando la cohorte "POP". La información dietética está disponible para prácticamente todos los participantes. Sin embargo, debido a limitaciones de presupuesto, se ha realizado el análisis bacteriano en un subconjunto aleatorio de 680 muestras fecales basales, mientras que el análisis fúngico se ha completado en 98 muestras. Actualmente estamos trabajando activamente para conseguir financiación adicional que nos permita secuenciar el resto de las muestras.
3. Resultados generales
3.1. Características de la población y hábitos dietéticos
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Distribución geográfica: participaron personas de todas las comunidades autónomas, agrupadas en cuatro grandes regiones: Mediterráneo, Interior, Norte e Islas.
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Edad y género: la cohorte incluyó adultos entre 18 y 75 años, con una representación equilibrada de hombres y mujeres.
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Patrones dietéticos principales:
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Con la edad se observó un mayor consumo de alimentos saludables como pan integral, frutos secos y fruta, aunque también aumentó la ingesta de bebidas alcohólicas.
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Las mujeres presentaron dietas de mayor calidad (más fruta, verdura, pescado, pan integral y bebidas no alcohólicas), mientras que los hombres consumían más comidas preparadas y bebidas alcohólicas.
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La región Interior mostró por un patrón alimentario más saludable, incluyendo un mayor consumo de legumbres, en comparación con la región Mediterránea.
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De forma general, la dieta española cumplía las recomendaciones globales en frutas, verduras y fibra, pero no alcanza los valores recomendados para legumbres, frutos secos, cereales integrales, leche y calcio, además de un consumo excesivo de carnes rojas/procesadas y bebidas azucaradas.
3.2. Microbiota y dieta
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Un mayor consumo de fruta, verdura y frutos secos se asoció con más diversidad microbiana, mientras que la ingesta de granos refinados se relacionó con una menor diversidad.
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Se desarrolló un índice de similitud comparando la microbiota de los voluntarios sanos del estudio con la de 321 pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal (EII). Los resultados mostraron que una dieta baja en fruta, frutos secos y verdura, junto con un alto consumo de bebidas azucaradas, promueve un perfil de microbiota más similar al observado en pacientes con EII.
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El microbioma permitió predecir los hábitos de consumo de alimentos clave como el café o los frutos secos, entre otros.
4. Conclusiones
El estudio POP constituye el primer análisis a gran escala en España que explora la relación entre dieta, factores personales y microbioma intestinal mediante técnicas de metagenómica. Los resultados refuerzan la importancia de seguir las guías dietéticas nacionales, mostrando que un mayor consumo de frutas, verdura y frutos secos no solo aumenta la diversidad microbiana, sino que también promueve un perfil microbiano distinto al observado en pacientes con EII. Además, el proyecto ha desarrollado una plataforma interactiva que permite a los participantes acceder a su perfil dietético y microbiano, fomentando la implicación ciudadana en la ciencia.
Quienes deseen profundizar en los resultados científicos pueden consultar la publicación en:
A contributory citizen science project reveals the impact of dietary keys to microbiome health in Spain
Zaida Soler, Gerard Serrano-Gómez, Marc Pons-Tarín, Sara Vega-Abellaneda, Zixuan Xie, Isaac Manjón, Chloe Cognard, Encarna Varela, Francisca Yañez, Arnau Noguera-Segura, Melina Roca-Bosch & Chaysavanh Manichanh
Nature Portfolio – npj Biofilms and Microbiomes
Por último, queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento a todas las personas voluntarias que han participado de forma altruista en este proyecto. Su implicación ha sido clave para avanzar en el conocimiento sobre la relación entre dieta, microbiota y salud en la población española.
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